DISCURSO A LOS TRABAJADORES DE LA INDUSTRIA DEL VIDRIO
Juan Domingo Perón
[10 de Junio de 1945]
En primer término deseo llegar a ustedes el saludo del excelentísimo señor presidente de la Nación, general Farrell, quien por encontrarse ocupado en otras tareas, no ha podido concurrir a presidir esta reunión, como hubieran sido sus deseos.
Saludo al Sindicato del Vidrio, como una de las mejores organizaciones gremiales de nuestro país. Merced a ello, el Sindicato del Vidrio se encuentra en el estado actual de armonía y unión que lo hace fuerte y eficiente para su misión. Por eso rindo también homenaje a sus dirigentes por la acción inteligente que han desarrollado hasta ahora. Y rindo mi homenaje al gremio entero, por la unidad y por los sentimientos gremiales que han puesto de manifiesto. En las luchas gremiales la base y el objetivo es la aglutinación de las masas. En esa acción, intervienen los dirigentes y el ideal que sustenta esa base. Por eso el gremialismo ha de seguir echando raíces sobre esa unión y sobre ese amor gremial para reunir a todos los trabajadores argentinos.
En todos los órdenes de la vida, la aglutinación de las masas se hace por dos senderos: detrás de un caudillo o detrás de un ideal. El ideal de la masa trabajadora debe ser el gremialismo, porque él es la base de sus conquistas y la sustentación final de los ideales del trabajador.
La revolución, para llegar a la perfecta justicia social, ha llegado en todos los casos a un entendimiento que es una verdadera trilogía: el obrero, el patrón y el Estado. Ello se ha conseguido a mi entender, en la forma mas perfecta dentro del gremio que representa el Sindicato del Vidrio.
La revolución se encontró con una panorama social que ha querido remediar: malos sueldos, mala organización del trabajo y deficiente organización del descanso. Por ellos hemos comenzado buscando convenios colectivos que permitieran a los gremios obtener lo indispensable para vivir con dignidad. Tal cosa se ha conseguido hasta hoy en la forma más completa que las circunstancias han permitido. Queremos seguir adelante con las tareas de la previsión social, completando lo ya realizado. Es indispensable que el Sindicato del Vidrio acelere las tareas que lo lleven a una mejor previsión social: una mutualidad y una cooperativa, a fin de que con la colaboración del Estado puedan llegar a obtener una organización completa.
Me hablaban hace pocos momentos del policlínico social para los obreros del vidrio. El señor ministro del Interior, contralmirante Teisaire, me conversaba también sobre la posibilidad de obtener a corto plazo la asistencia social necesaria para este gremio. Hemos de comenzar el estudio de este problema para solucionarlo lo más pronto posible, de manera que el gremio pueda contar con su sanatorio propio, para sus trabajadores. Otro tanto se ha de hacer en lo que se refiere a la asistencia médica y hospitalaria a realizar en gran escala, con medicina preventiva y curativa con remedios al alcance de todo el mundo.
Otro asunto del que ya hemos conversado con los dirigentes gremiales, es el que se refiere a la vivienda obrera. Iniciaremos cuanto antes las tratativas con la Administración Nacional de la Vivienda, para habilitar dos o más barrios en construcción en este año, posiblemente para habitar en el año próximo, por familias obreras pertenecientes al Sindicato del Vidrio.
Igualmente comenzaremos el estudio de lo que se refiere al turismo social para los vidrieros, facilitando, ya sea en las sierra o en los balnearios, las comodidades necesarias para que las familias obreras puedan disfrutar en sus vacaciones, de un descanso reparador.
Todas estas cuestiones, hemos de conversarlas y ajustarlas en la Secretaría de Trabajo y Previsión, cumpliendo con nuestros deberes.
Agradezco, señores, en nombre del excelentísimo señor presidente de la Nación, general Farell, del excelentísimo señor ministro del Interior, contralmirante Teisaire; del teniente coronel Mercante; del doctor Zanoti, este homenaje y los obsequios de que hemos sido objeto. Hago votos por la grandeza del Sindicato del Vidrio, pensando en que todo cuanto pudo obtenerse se lo ha ganado de sobra por representar un gremio orgánicamente constituido, bien dirigido y que tiene a su frente dirigentes desinteresados, honrados y patriotas, lo cual es la base de la prosperidad a que aspira la Secretaría de Trabajo lleguen los gremios.
JUAN DOMINGO PERÓN
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