sábado, 12 de noviembre de 2016

El día que Evita votó



El día del voto, Dr. Jorge Albertelli (ginecólogo de Eva Perón)
“El día del voto no permití la presencia de otras personas que las vinculadas al acto, como también las de carácter médico. Es cierto que había dos ministros, los doctores Méndez San Martín y Mendé: médicos veedores, que actuaban en ese aspecto alrededor de la Señora Eva Perón, y como única persona presente de carácter no médico, el señor Raúl Apold; Secretario de Informaciones de la Presidencia. Existe una fotografía histórica en la cual figuran todos los que presenciaron los hechos marginales al acto de la votación propiamente dicha.
Este acontecimiento, un voto dentro del hospital, excitó mucho al personal y trajo algún revuelo dentro de él. Pero la nauseabunda obsecuencia que dijo advertir un fiscal que acompaño la urna –hoy conocido escritor-, es una burda mentira, fruto de una imaginación exuberante y de una enemistad política no concebible, que es proverbial en nuestro medio y totalmente repudiable. Este mismo fiscal, en trasmisión televisiva, hizo declaraciones disparatadas relatando la cara de varios ministros, funerarios y serviles, esos días aciagos en el policlínico de Lanús ¡¡¡que todavía no estaba terminado en su construcción!!! Evidentemente debían de estar incómodos en un edificio en esas condiciones…en fin, es una pena observar cómo hay gente que miente demostrando una verdadera insuficiencia mental.
Con respecto de la autorización del voto, vivamente criticada por los adversarios, fue también concedida en Rosario a un dirigente netamente opositor y por razones muy parecidas.
Como corolario de este hecho no puedo entender por qué el ser humano, muy a menudo, tiende a modificar las experiencias que lo rodean tanto en más como en menos. No es posible que dicho fiscal, que había estado a lo sumo quince o veinte minutos en el hospital, portador de una urna, pudiera juzgar –con una ligereza digna de mejor causa- y apreciar que existía una nauseabunda obsecuencia en ese momento. ¿Es para darse importancia? ¿Es esto no saber dominar las pasiones? ¿Es esto mentir por mentir?
Disquisiciones al margen, el hecho es que Eva Perón pudo votar muy pocos días después de haber sido operada.”
Dr. Jorge Albertelli, Los cien días de Eva Perón, Cesarini Hnos. Editores, 1994

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